3. El ideal de Cristiandad: las dos espadas

Aunque el Imperio Romano como estructura política había desaparecido, permanecía como ideal la recuperación de la unidad perdida.

Ahora bien, el Imperio que ahora se aspiraba a resucitar debía ser, por supuesto, un Imperio Cristiano. Basándose en la lectura alegórica de un texto evangélico (Lc 22, 38), se elaboró la teoría de las dos espadas: en el Imperio Cristiano debe haber dos poderes, el temporal (emperador) y el espiritual (papa). Ambos proceden de Dios, por lo que, aunque hay una división de funciones, en caso de desacuerdo prevalece el poder espiritual, por lo que en último término el emperador debe también someterse al representante de Cristo en la tierra, el Papa.

 

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